El guateque (1968)

Por más veces que veo esta comedia de Blake Edwards que toma como actor protagonista a su amigo Peter Sellers, no deja de hacerme reír a carcajadas. El humor sencillo basado en la torpeza del protagonista y en la mala suerte que también sufre este en una fiesta a la que es invitado por error, crea las situaciones más insólitas y desde luego hilarantes que se recuerdan en el séptimo arte en el género comedia. Son además ya muchos años los que han pasado desde su estreno y sigue cautivando a generaciones enteras, logrando con ello que sea una película atemporal y de visión obligada para cualquier cinéfilo que se precie como tal. Es curioso además, que el rodaje de esta gran comedia fuera la gota que colmó el vaso de la amistad entre el director y el protagonista después de rodar juntos cintas tan conocidas como La pantera rosa (1963) o El nuevo caso del inspector Clouseau (1964), pero al parecer, el difícil carácter de Peter Sellers mezclado con el abuso de estupefacientes hizo de esta relación director-actor algo difícil de sobrellevar. 

Las situaciones divertidas que se suceden una tras otra en el Guateque, son tantas y tan seguidas que son muy difíciles de recordar todas. Pero merece la pena recordar al camarero borracho, el famoso actor de películas del oeste bastante sobón que aprieta la mano con demasiada fuerza, la escena en la que nuestro protagonista Hrundi V. Bakshi se sienta a comer en un taburete o la mítica escena de la piscina rebozando espuma. Estas y muchísimas escenas más serán las risas de todos aquellos que se aventuren a ver una de las más conocidas comedias del séptimo arte, donde el inocente e inepto protagonista va poco a poco destruyendo con toda la mala suerte del mundo y su insuperable impericia una fiesta a la que ni siquiera fue invitado. 

En definitiva, la considero una cinta única donde su humor sencillo e inocente encandilará a todos aquellos amantes del cine de humor clásico que no se propone llegar al corazón del espectador con sarcasmos y malicia, sino con toda la bondad y buena intención del protagonista, que está magníficamente interpretado por un Peter Sellers en estado de gracia tras interpretar un par de películas del detective más incompetente de la policía francesa, el famoso inspector Clouseau. 

PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10

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