Mejor…imposible (1997)

Mejor… imposible de James L. Brooks, es una comedia dramática y romántica inmejorable. Dirigida con un ritmo dinámico, es singular y distinta por ser una obra única y sin igual, hecha con emotividad y belleza. Realizada de un modo personal y subjetivo, el cual asombrosa por ser de extraordinaria belleza acogedora, queda definida de modo impecable, perfecto y perspicaz.

La fotografía, es evocadora de Nueva York, con imágenes sensacionales y espléndidas que gustan por ser agraciadas y confortantes, calando en el público por ser estéticamente armoniosa y decorativa. Y la música, de Hans Zimmer, es emotiva y conmovedora, , con sonidos melódicos y sugerentes, que resultan hermosos y acertados en su acompañamiento de la acción. 

Las actuaciones, son soberbias y deslumbrantes, ya que hasta el perro actúa bien. Con Jack Nicholson acaparando toda la atención con un personaje psicológicamente inestable y auténtico, muy genuino y oscarizado por su papel y Helen Hunt encantadora y cautivadora con un merecido oscar por su labor. Destacando también los excelentes acompañamientos de Cuba Gooding Jr, Greg Kinnear y Skeet Ulrich. Empleando para dichos personajes unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos y estéticamente oportunos y bien elaborados.

El guion, adaptado por el mismo director junto con Mark Andrus de una historia de este último, es entrañable, divertido y conmovedor, por ser agradable y atractivo, y por tener estupendos toques hilarantes e incitadores que sorprenden y maravillan a un público entregado en su desarrollo y personajes, por lo que lo considero sublime e insuperable al completo. Y emplean diálogos excéntricos y maniáticos para el protagonista, siendo el principal fuerte del film por ser inesperados, ácidos e incluso en ocasiones desagradables, además de punzantes y satíricos al extremo, y sin embargo por parte del personaje de Hunt son afables y acogedores, marcándose como polo opuesto de personalidad al protagonista. 

Para concluir, cabe destacar unos movimientos de cámara con acercamiento y primeros planos en los momentos de emotividad, que sacan lo mejor de las actuaciones, y un montaje narrativo e ideológico al que no le sobra ni un minuto. Por lo que, en definitiva, la considero una obra imperecedera e insustituible en el género de comedia romántica, por ser excelente y magistral, tanto por las interpretaciones de Nicholson y Hunt, como por los afilados y afables comentarios de estos que conquistan al público. Recomendable también por su fotografía confortante, música cautivadora y guion, que como su mismo título indica, es sencillamente mejor… imposible.

PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 10 SOBRE 10

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