Posada Jamaica (1939)
Posada Jamaica de Alfred Hitchcock es un drama del siglo XVIII sobre piratas y maleantes. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo lejos del habitual suspense que caracteriza al director, es una obra apreciable que gusta ver por estar construida con mucho oficio, gustando a todos los públicos amante de los clásicos y con el aliciente además de ser la última cinta que rodó Hitchcock antes de su larga estancia norteamericana y que curiosamente también fue objeto de controversia entre el director y Charles Laughton. Realizada de forma impecable tiene un resultado eficiente pero lejos de sus mejores films.
La fotografía en blanco y negro es evocadora y hace gran uso de los claroscuros, concluyendo un trabajo idónea y confortante que está repleto de detalles. La música es enardecedora y estimulante pero sobre todo al comienzo del film, usando sonidos inquietantes y arrolladores pero que no aparecen a lo largo del film para no desviar la atención del espectador. Los planos y movimientos de cámara completan un buen trabajo técnico a través del uso de los generales, seguimiento, subjetivos, primeros planos y cámara en mano rápidos en las escenas clave. Destacan también unos efectos visuales competentes para la época en determinadas secuencias.
Las actuaciones son remarcables y cumplidoras. Como protagonistas Charles Laughton está deslumbrante aún dentro de su forma habitual de sobreactuar y Maureen O´Hara trabaja con convicción e integridad en un buen papel, siendo correctos los acompañamientos de Horace Hodges, Hay Petrie, Frederick Piper y Leslie Banks entre otros. Emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos según el personaje, variando de distinguidos por un lado a humildes y descuidados por otro en una brillante labor cuidada en detalles que marca las diferentes clases sociales.
El guion, escrito por Sidney Gilliatt y Joan Harrison y basado en la novela de Daphné du Maurier, es intrigante y atractivo en un trabajo competente pero no con el brillo habitual que es capaz de plasmar el director en sus films, y además, tiene la carencia de alguna escena repleta del suspense que solo él sabe mostrar. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off al principio citando unas palabras y el resto es insinuante en una impoluta tarea clásica.
En conclusión, la considero una obra entretenida y notable aunque desde luego no es de las mejores del director, pero cumple y además es recordada por la mala relación que tuvieron Hitchcock y Laughton, por la falta de suspense y por ser el último films inglés antes de su larga aventura norteamericana. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, vestuarios y narrativa que hacen de Posada Jamaica, un film digno de visionar por los seguidores incondicionales del singular cineasta, aunque no encontrarán en su interior los habituales toques típicos de angustia que el director sabe plasmar en sus películas.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 7 SOBRE 10
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