Truth and Justice (2019)
El primer largometraje de Tanel Toom, es un drama que transcurre en el siglo XIX en la Estonia rural, donde una joven pareja adquiere una granja que tiene que compartir con un vecino nada deseable, que le pone la vida más difícil aún de lo que el terreno, el clima y los pantanos del lugar se lo ponen ya de por sí a los protagonistas. La historia de estos, transcurre durante muchos años, desde que llegan siendo jóvenes y sin descendencia hasta que tienen hijos y estos se hacen ya mayores, cubriendo al menos un cuarto de siglo de historia familiar donde se ve como se va desarrollando la vida y la actitud de estos, en especial del protagonista.
El argumento de esta trabajada trama, tiene miga de principio a fin y son muchos los temas tocados. Como por ejemplo, la mano de la religión, la venganza, la honradez y sinceridad, el trabajo duro y también la intransigencia de un hombre que se obsesiona con la idea de sacar adelante una granja que por más que se trabaja, parece no tener futuro. Esto hace tener al espectador pegado al asiento incluso con un ritmo lento y una duración bastante larga de más de dos horas y media, ya que lo que en ella se va exponiendo mantiene el interés y la intriga en el espectador que busque buenos dramas, aunque sean largos y de ritmos algo lentos.
La fotografía es magnífica al sacar lo mejor de unos inhóspitos paisajes que junto con los vestuarios y decorados te transportan perfectamente a la época en cuestión. Además, es bastante oscura en imágenes dando sobriedad a su visionado. La música usada, es turbadora y algo triste, trasmitiendo la agonía del protagonista y sobre todo la de su familia al experimentar la impotencia de ver como año tras año apenas avanzan en su cometido. También merece especial atención los movimientos de cámara y planos usados que exprimen lo mejor de la acción y de las interpretaciones. Estas últimas por cierto, son bastante competentes. Cuenta con la participación de caras no conocidas para el público y con poca experiencia fílmica en su mayoría como es el caso de Loora-Eliise Kaarelson, Priit Voigemast, Maiken Schmidt, Risto Vaidla y Priit Loog entre otros.
Concluyendo, la considero un drama de época interesante y digno de ver en el que solo tendrás que lidiar con su extensa duración y su ritmo lento, ya que lo que te encontrarás en su interior es bueno y el director sabe bien como sacarle jugo de principio a fin. Hace que no pierda interés su historia y te mantiene eficazmente pegado al asiento, sorprendido de ver como unos personajes van cambiando con el paso del tiempo, y no siempre para bien, dando con ello gran verosimilitud a la trama y la sensación de que no ha querido sorprender su creador al espectador gratuitamente, sino más bien llegar a él con humildad y un trabajo digno de ser descubierto.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 7 SOBRE 10
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