El hombre de mimbre (1973) The Wicker Man
Cuando sabes que vas a ver una película de culto, sospechas que te vas a encontrar con algo atrayente para un grupo de personas que puede ser reducido, o grande. Con The Wicker Man, sabes desde el principio, que vas a ver una cinta de lo más extraña y desconcertante, que se queda sin embargo, en la retina de todo aquel que se aventure a verla.
Llama la atención curiosamente, que fuera la primera película de Robin Hardy, y desde luego no la primera de muchas. En ella encontrarás todo lo que le puedes pedir a esta clase de historias y se queda en tu memoria con una sensación difícil de catalogar, pero agradeces en todo momento haberte dejado atrapar por algo tan distinto y envolvente, narcótico incluso en ocasiones para dejarte embriagado en su excentricidad.
Cuál es su significado?… quien lo sabe a ciencia cierta. Lo que es seguro es que es una película muy arriesgada para su época, para un público por entonces poco acostumbrado a ver trabajos tan lejos de lo habitual, y más aún al tocar temas tan sensibles como la religión, ya sea católica o pagana, el culto a lo inusitado (aunque con cierta lógica a través de las creencias más antiguas), y el sexo más libertino, para a través de un humor más bien negro, las canciones más extravagantes y un sutil desconcierto en un terror basado en lo desconocido, llegar a toda clase de espectadores abiertos a descubrir cintas de lo más singulares en el séptimo arte.
Es, por tanto, un trabajo digno de visualizar si te gusta descubrir obras raras pero atrayentes, oscuras y de difícil significado, y con una mezcla incongruente de terror, thriller y humor sutil que dejara a todo aquel que la haya visto en una atmósfera de difícil digestión, y con una sensación de rechazo y atracción a partes iguales, que hacen de ella una película atemporal y de culto para aquellos que gusten indagar historias poco convencionales.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10
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