El tesoro de Sierra Madre (1948)
El tesoro de Sierra Madre de John Huston es un drama de aventuras sobre la búsqueda del oro. Dirigida con un ritmo tranquilo pero dinámico y un estilo personal que se encarga de señalar la codicia y la desconfianza cuando aumentan las riquezas gracias al encuentro del oro, es una obra admirable y de visión obligada para cualquier cinéfilo clásico. Realizada de modo atractivo tiene un resultado excepcional que la convierten en una de las cintas sobresalientes e indispensables del director.
La fotografía en blanco y negro es sugerente al mostrar la naturaleza en un magistral trabajo visual que está repleto de detalles. La música es variada y evocadora al lugar gracias a unos sonidos que inquietan o emocionan según el momento de la acción en una notable labor musical de Max Steiner. Los planos y movimientos de cámara desarrollan una estupenda tarea técnica a través del uso del seguimiento, generales, avanti, retroceso y cámara en mano.
Las actuaciones son remarcables. Como protagonistas Humphrey Bogart actúa con oscuridad psicológica, Walter Huston está carismático y brillante digno ganador del oscar al mejor actor de reparto y Tim Holt hila una interpretación íntegra y notable, siendo buenos los acompañamientos de Bruce Bennett y Barton MacLane entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones escasos y humildes al igual que los decorados, que son sugestivos y te transportan in situ cumpliendo ampliamente con su cometido.
El guion, escrito por el director y adaptado de la novela de Ben Traven, es cautivante al tener una trama sustanciosa que incita al público por ser una historia que saca a la luz las principales debilidades del ser humano en un implacable trabajo que lleva un claro mensaje que se queda en la mente del espectador. Esto se lleva a cabo con una narrativa clásica y llena de insidias que muestra la desconfianza de los personajes a medida que aumenta sus riquezas, llegando incluso a la paranoia en alguno de ellos.
En conclusión, la considero una de las obras indelebles y esenciales no solo en la filmografía del director sino del cine en general, que además tiene en su interior una auténtica lección de cómo no dejarse llevar por la codicia aunque obviamente no es cumplido por todos. Muy recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de El tesoro de sierra madre, un film sobresaliente que encantará a cualquier buscador de cine clásico de categoría.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 9 SOBRE 10
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