La vida es un milagro (2004)
Otra vez el director Emir Kusturica se luce al llevar a la gran pantalla una hermosa historia en la que de nuevo, vuelve a plasmar su sufrida guerra de Yugoslavia. De nuevo, vuelve a mezclar géneros con mano maestra para disfrute del cinéfilo exigente al narrar la historia de Luka, un ingeniero Serbio que en 1992 sufre el reclutamiento de su único hijo en el ejército para ir a la guerra y la fuga de su mujer, una cantante de ópera con problemas psicológicos, mientras él, construye una vía ferroviaria sin perder su inocencia y buen ánimo. Con esta premisa, el director hila un drama romántico con tintes de realismo mágico que sitúa al espectador en la guerra de los Balcanes en la década de los años 90, arrastrando a todos a esa guerra a excepción de nuestro particular protagonista Luka, que sigue viendo la vida con esperanzas y alegrías.
Las grandes fortalezas de este peculiar director por tanto, es la mezcla de géneros hasta llegar a cierto punto para sorprender al espectador, y sitúa al público en la guerra que dividió su preciado país en muchas fronteras para su desgracia, pero tal hecho, logro sin duda inspirarlo para lograr hacer una cine personalísimo que acapara la atención de los buscadores de cine de autor, el de verdad, el que no se preocupa en sorprender, sino en ser fiel a si mismo. Por este camino, vuelve a contar con Slavko Stimac como ya hizo en otros de sus films, un actor capaz de calar con el corazón y su sonrisa sincera a todo aquel que visualice el film. Es destacable de nuevo señalar, la particular música autóctona usada aquí como en otros de sus films con Dejan Sparavalo y él mismo director, dando así un toque sonoro a una historia bella y llena de una inocencia poco real que choca frontalmente con la crueldad de la guerra. Mientras tanto, nuestro protagonista se enamora de otra alma cándida como la suya, una joven Serbia llamada Sabaha, protagonizada eficientemente por Natasa Tapuskovic.
El guion, escrito por el mismo director junto con Ranko Bozic, vuelve a ser el mismo pensamiento de su creador frente a la adversidad de la guerra, el mantenimiento del humor y el querer mirar para otro lado mientras su preciado país sufre la devastación del odio, el racismo y las diferencias políticas, dejando con ello constancia en su contrariedad a tal situación con la sutileza y el estilo de un realizador único e irrepetible, alguien cuyos trabajos son perfectamente reconocibles por diferentes aspectos técnicos y narrativos.
En definitiva, considero La vida es un milagro un film necesario. Algo digno de ver por la inocencia que trasmite su protagonista mientras todo se derrumba a su alrededor, y como además este encuentra consuelo y amor en una mujer perteneciente a un bando contrario, aunque eso a ellos poco les importa. Solo quieren reír y disfrutar de la vida, algo que queremos y consideramos justo todos, pero sin embargo, sufren y no poseen los que desgraciadamente les toca vivir los desastres de una guerra civil como lo fue la Yugoslava, que se llevó por delante cientos de miles de vidas que dejaron entonces de reír, de amar y de construir su propio futuro.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10
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