American History X (1998)
American History X (1998) de Tony Kaye es un drama basado en el racismo y está considerada ampliamente como una película de culto. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo temario por su violencia racista, es una obra que puede herir la sensibilidad del espectador por sus imágenes impactantes tratando además, temas tan incitadores como el neonazismo y el odio que repercute en caminos imposibles de esquivar. Realizada de modo singular y subjetivo tiene un resultado implacable que deja marcado al espectador con una historia tan magistral como cruel en su posible realidad.
La fotografía es desconcertante en unas imágenes espectacularmente crueles que son tratadas con informalidad en una sugerente tarea que sorprende también, por mezclar hábilmente el blanco y negro con el color dependiendo si la acción se centra en el recuerdo o la actualidad. La música es dramática y estimulante, cautivando al público con sus sonidos melódicos y arrolladores que inquietan y hacen sentir una amenaza real y turbadora que penetra en el público. Los planos y movimientos de cámara completan una tarea muy real al utilizar la cámara en mano, primeros planos, generales y subjetivos bien detallados estéticamente, sacando lo mejor de la trama.
Las actuaciones, son increíbles y sobresalientes. Como protagonistas Edwart Norton está inconmensurable en un trabajo con gran profundidad psicológica por el que estuvo nominado al oscar, siendo excelentes también las interpretaciones de Fairuza Balk, Edward Furlong, Stacy Keach, Elliott Gould y Avery Brooks en su acompañamiento al principal. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones que son sugerentes además de fascinantes por el respeto que producen en el espectador la estética neonazi. Destaca también unos efectos en determinados momentos del film que son turbadores y sobrecogedores en su crudeza.
El guion, escrito por David McKenna, es absorbente al tener una historia sustanciosa cuyo argumento es escalofriante no solo por la trama en sí, sino por lo que esta produce en su entorno, incitando con su violencia y mensaje a todos los públicos que observan con asombro lo fácil que es traspasar un línea que te lleva al desastre y al odio. Para esto emplea una narrativa con voz en off por parte de los protagonistas que intriga y te transporta al lugar, intentando explicar el problema y su origen que no siempre es lo que en principio parece ser. Caben señalar también unos diálogos sarcásticos y punzantes no desprovistos de agresividad en su efectivo modo de vislumbrar el racismo.
En conclusión, la considero una obra imperecedera y esencial en el séptimo arte, por tratar con mucho acierto el odio y llevar un mensaje acertado en su interior que dice «el odio es un lastre». Muy recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, caracterizaciones, narrativa y diálogos que hacen de American History X, una obra tan descomunal y agresiva que no dejará a nadie indiferente ni por la historia en sí, ni por la inmejorable interpretación de Edward Norton que una vez más se apodera de todo el film.
PUNTACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 10 SOBRE 10
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