Cyrano de Bergerac (1990)
La rima a través de la poesía, la poesía a través del amor, el cual no tiene el pendenciero pero romántico Cyrano de Bergerac, magníficamente representando por un enorme Gerard Depardieu.
Esta película, de capa y espada, de amor y humor, y de una época ya bastante lejana, es de esa clase de películas que sin llegar a ser algo sobresaliente, cumple de forma notable con el entretenimiento y la diversión que esperas de ella.
La narrativa y los afilados e hilarantes diálogos son el plato fuerte real de este film, que se esconde tras una bonita pero imposible relación de amor, ya que el complejo del protagonista, que se siente feo por tener una nariz desproporcionada, impide tal ventura. Es el amor platónico por tanto, el verdadero hilo de la historia que hace que te representes en ella por haber sido tú también, partícipe de una historia no igual, pero sí parecida en el desamor y desasosiego de un amor no correspondido.
Es posible que el metraje sea un tanto largo para lo que ofrece, y que también no sea la clase de historia del gusto de todo el mundo, pero si es cierto que es la única, o al menos de las pocas, que mezcla la capa y espada, el drama, el humor y el romance de forma notable para ser recordada por aquellos seguidores de esta clase de obras tan poco trabajadas, tan poco versionadas, porque sin duda deja tras de sí, el pozo de una película que resiste bien el paso del tiempo, ya que su esencia, lo que verdaderamente guarda en su interior, es algo tan real y triste como la vida misma, aunque esta se vista de palabrerías empalagosas y de hazañas heroicas, que realmente no formen parte, de lo que es nuestro día a día.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10
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