Memorias de África (1985)
Pocas cosas nuevas se pueden añadir ya a los innumerables elogios que ha recibido a lo largo de todos estos años Memorias de África. Pero no podría verla y no escribir sobre ella, puesto que todo lo que contiene en su interior deslumbra al que se decide a verla, y no es para menos. Sydney Pollack, después de realizar algunas cintas interesantes como Tootsie, Las aventuras de Jeremiah Johnson o Los tres días del Cóndor, construye esta obra maestra que se queda en la historia del séptimo arte como un film extraordinario en el que destacan muchas cosas de las que expone su director.
Las interpretaciones, todas del primero al último son destacables y desde luego remarcables. Pero llama la atención de sobre manera los inolvidables Robert Redford y Meryl Streep, que dejan en el recuerdo escenas míticas del cine cuando están perdidos por África. También seria un insulto no mencionar la fotografía de David Watkin que plasma perfectamente todos los paisajes del lugar y te transporta allí como si de un sueño se tratase. La música, posiblemente lo más reconocible del film, es como una melodía de ensueño que gracias a John Barry atrapa la total atención del espectador y se queda para siempre en tu corazón. Ganadora de 7 Oscar y no por casualidad, Memorias de África es una aventura llena de amor, pero también de dolor, como las buenas y sinceras historias.
El guion de la película, escrito por Kurt Luedtke y adaptado de la novela de Isak Dinesen (pseudónimo utilizado por la misma protagonista del film Karen Dinesen), también gano el oscar al conseguir narrar sin ninguna prisa pero sin hacerse pesada en absoluto una historia que una vez entra en ti, no se va jamás. Una historia que, sin saber muy bien porqué, se gana tu respeto sobre todo por la protagonista y su afán de crear algo en lo que cree en África, haciéndolo con honestidad, humildad y amor para deleite del público ávido de buenas tramas llenas de autenticidad.
Se puede decir por tanto, sin el menor miedo a equivocarse, que estamos ante una obra maestra indeleble que merece la pena ser vista por todo el mundo, sobre todo por los amantes de dramas románticos basados en historias que se quedan en ti para siempre, y que además está acompañada por una fotografía hermosa, una banda sonora apasionante y unas interpretaciones excelentes que serán recordadas para siempre como un todo que hacen de Memorias de África, un film sobresaliente que deja huella a todo aquel que se decida a verla.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 10 SOBRE 10
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