Sympathy for the Devil (2019)
Notable ópera prima la que nos trae Guillaume De Fontenay, el cual cumple ampliamente con un film que nos trae a la memoria la casi ya olvidada guerra de Yugoslavia gracias al personaje y periodista real Paul Marchand, que cubrió el asedio a Sarajevo desde el principio para los gobiernos francófonos con un estilo particular y arriesgado que no deja a nadie indiferente, y que merece la pena ser descubierto para ver como se mojan también los corresponsables de guerra en ocasiones en defensa de La Paz mundial.
Técnicamente, la película está muy bien elaborada, con un estupendo trabajo de fotografía que te transporta eficazmente a la época y lugar en cuestión, gracias también a sus decorados y ropas del momento que te hacen revivir las terribles noticias que nos llegaban en los años 90 sobre esta guerra civil tan cruel y violenta. También merece especial atención el trabajo de cámara en mano cuando es requerida en las situaciones de combate o peligro para dar mayor verosimilitud a una trama que te mantiene en vilo de principio a fin, ya que escuchas las balas y las bombas pasar cerca de los protagonistas.
En cuanto a las interpretaciones, son dignas también de ser mencionadas, en especial el trabajo del joven actor Niels Schneider que cubre el papel principal con mucho estilo y verosimilitud y el de la joven Ella Rumpf, que también cumple con su cometido. El sonido de la cinta y la música usada es algo que consigue mantener en el espectador la zozobra y la sensación de pánico constante que vivían las personas allí presentes, tanto en el caso de los ciudadanos del lugar como de los soldados y periodistas allí desplazados.
Su historia, que cubre eficazmente los peores días del asedio a Sarajevo es algo digno de conocer y estudiar para tener presente a todos aquellos fallecidos de una guerra que tuvo en vilo al mundo entero por su crueldad, y por tratarse de una guerra civil en la que el odio de distintas razas y sus religiones sacaba lo peor de ellos para adentrarse en una de las peores y más sangrientas guerras que se recuerdan. Sirve por tanto como un documento histórico creíble para que las nuevas generaciones puedan conocer, aunque sea desde el punto de vista subjetivo de un periodista bastante particular, lo que allí ocurrió.
Por tanto, la considero una película merecedora de ser vista y conocida tanto por lo que muestra, que se trata por cierto de hechos reales desde el punto de vista de un periodista nada común, como por su trabajo técnico e interpretaciones, que dejan tras de si la sensación de haber visto una obra llena de mérito, que es expuesta además, por un director novel que consigue cumplir ampliamente con su cometido y cautivar incluso a los cinéfilos más exigentes.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10
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