The One I love (2014)

the one I love

El primer largometraje que realizó Charlie McDowell no puede estar más provisto de géneros en su interior. Toca la temática romántica, el drama, lo fantástico, el thriller y la ciencia ficción, incluso un poco el humor en esta extraña película de cine independiente norteamericano que puede que te guste o puede que no, pero sin lugar a dudas no la tacharas de estar carente de originalidad y misterio en lo que te va ofreciendo. 

El guion escrito por Justin Lader es enigmático y desde luego desconcertante. Comienza siendo un drama romántico de lo más normal al describir una pareja que acude a un terapeuta matrimonial para buscar solución a los problemas de su matrimonio, y este les recomienda que pasen un fin de semana en una casa apartada de todo para reconducir su vida sentimental. Una vez allí, empiezan a pasar cosas inexplicables que alguno achacaran al consumo de marihuana, que también podría ser, ya que todas las insólitas situaciones que se suceden pueden dar lugar a todo tipo de hipótesis. 

El argumento en sí, es entretenido y te mantiene eficazmente pegado al asiento. Como he dicho, la mezcla de géneros es inédita o al menos singular en lo que nos va ofreciendo para deleite de los buscadores de películas distintas que no se limitan a rizar el rizo de algo ya expuesto en innumerables ocasiones, sino que se adentra con valor y sin complejo en una serie de temáticas que sorprenden y que te mantienen notablemente expectante, viendo cual puede ser el desenlace de esta historia que tiene miga en su interior. 

Podemos decir por tanto, que The One I Love es una obra original y valiente. Como era de esperar, algo así solo puede salir del cine independiente, ya que del comercial no pasaría seguramente por los filtros de esos productores que solo buscan el beneficio económico. En esta ocasión, por suerte, y como es habitual en el cine independiente, se logra crear un producto incitador y distinto que puede que te guste en mayor o menor medida, pero sin duda no le puedes achacar que no ofrezca algo inédito que explora varios géneros para intentar seducir al público más exigente. Indistintamente de lograrlo o no, deja tras si una extraña sensación que sabes que no se te olvidará. Esa es en mi opinión la mayor virtud del cine independiente, el lograr captar la atención de tan solo unos pocos pero exigentes y desde luego fieles espectadores, que agradecen de sobremanera estas pequeñas joyas que de vez en cuando encuentras en el séptimo arte. 

PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 7 SOBRE 10

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