Titanic (1997)
Titanic de James Cameron, es un drama romántico basado en hechos reales, y uno de los trabajos más oscarizados de la historia. Dirigida con un ritmo vigoroso, es valiente y arriesgada por tratar una catástrofe histórica muy conocida, y la realiza de un modo objetivo, según testimonios reales, y su resultado es eclipsante, magistral y único, siendo de las películas más reconocidas por premios, crítica y público.
La fotografía, es espectacular y lumínica, por lo que es llamativa y llena de detalles curiosos y alusivos al desastre, que estimulan y excitan por sus imágenes en los momentos claves del film, por lo que está tratada de forma excelente y soberbia en un trabajo cautivador. Y la música, es sensacional y grandiosa, tanto por la banda sonora en sí, como por los sonidos inquietantes e intensos en los momentos de acción, que cumplen de sobra con su cometido.
Las actuaciones eso sí, son la parte discordante de la película, por ser meramente cumplidoras y correctas pero sin brillo, y con el sobrante de una historia de amor empalagosa e innecesaria del tándem formado por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Con trabajos también decentes de Billy Zane, Kathy Bates y Frances Fisher. Los cuales emplean diálogos ágiles, sutiles y dinámicos, y en ocasiones sarcásticos por la comparativa de clases en gran parte del film.
El guion, escrito por el mismo Cameron, y basado en los hechos reales que contaron los testigos, es conmovedor y escalofriante por la historia en sí, argumentado de modo absorbente y aterrador para el público, que observa con horror, lo que padecieron los pasajeros del Titanic aquella fatídica madrugada del 14 al 15 de abril de 1912. Destacando también el montaje de la cinta, que usa el flash-back por el recuerdo de uno de los personajes que vivió la historia en primera persona.
Cabe destacar también del film, los vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos por un lado, y humildes y pobres por otro, marcando claramente la diferencia de clases en un soberbio trabajo artístico. Los planos y movimientos de cámara que exaltan la grandeza del barco desde todas sus perspectivas, tanto de interiores como de exteriores. Y unos efectos visuales y de sonido espectaculares y sorprendentes, los cuales sobrecogen y estremecen por ser usados en el momento del hundimiento.
Por lo que, en conclusión, la considero una obra indeleble e inmortal, portentosa y emocionante, que gusta a todos los públicos por tratar con pasión y dramatismo un hecho histórico muy renombrado. Recomendable por la dirección, guion, efectos visuales y de sonido, música, fotografía y vestuarios y caracterizaciones que desde luego, marcan su visionado y la convierten en una de las obras imprescindibles del séptimo arte.
PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 8 SOBRE 10
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