Noche en la ciudad (1950)

noche en la ciudad

Jules Dassin, un director conocido por thrillers de cine negro de la talla de Rififi (1955) o La ciudad Desnuda (1948), talla en esta ocasión una película de cine negro sobresaliente; de las que se te quedan en la retina para siempre llamada Noche en la ciudad. Dentro de ella, como es habitual en el género, encontrarás todos los ingredientes necesarios para conformar una cinta de cine negro. Su atmósfera oscura habitual, un trama insidiosa donde sabes que la vida tiene poco valor, y un protagonista poco empático que lía de sobremanera una trama que va poco a poco calentándose hasta llegar a un final típico de esta clase de géneros. 

El guion, escrito por Jo Eisinger y basado en la novela de Gerald Kersh, es oscuro desde que empieza hasta que acaba. Mantiene en todo momento una ambientación irrespirable donde el problema como siempre suele ser la ambición de obtener dinero fácil a cambio de un negocio turbio, que en este caso es hacerse cargo de las peleas Grecorromanas en la ciudad de Londres. Las interpretaciones, son notables del primero al último. Cuenta con las estupendas actuaciones de Richard Widmark en un papel principal, y luego eficientes secundarios como la bellísima Gene Tierney, siendo también buenos los papeles de Googie Withers, Hugh Marlowe y Francis L.Sullivan entre otros. 

Técnicamente, como era de esperar, la película consigue dar brillo a todos los ingredientes habituales de cine negro. En especial la fotografía, que a través de unas imágenes magníficas donde los claroscuros se apropian de cada escena logran captar la atención y provocar la inquietud del espectador. También la música consigue a través de un magnífico trabajo mantener en vilo al espectador en las escenas oportunas. Y por último, los planos y movimientos de cámara consiguen exprimir lo mejor de las interpretaciones a través de unos primeros planos muy personales y seguimientos que ayudan a mantener la zozobra en la historia.

En definitiva, considero Noche en la ciudad una obra indispensable y sobresaliente dentro del género de cine negro. Donde todos los ingredientes indispensables para lucir una obra de estas características son llevados a cabo con mano experta. Tanto por sus estupendas interpretaciones, su evocadora fotografía que junto con la música insidiosa consigue mantener al espectador pegado al asiento, y también por la lograda dirección de Jules Dassin, consiguen exprimir lo mejor en todos los sentidos de un film atemporal que es de visión obligada para cualquier cinéfilo buscador de obras inmortales, y en especial del mejor cine negro que se ha rodado jamás. 

PUNTUACIÓN DEL CINE DE RAMÓN 9 SOBRE 10

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *